

1948-1965
Después de unos años de dificultades económicas y de reclusión voluntaria en el Empordà, Pla asume plenamente su condición de propietario rural. No volverá a vivir nunca más en Barcelona. Pero la revista “Destino” le encarga varios reportajes que le permitirán volver a recuperar el viaje como pretexto literario: Francia, Israel, Cuba, Nueva York, Oriente Medio, América del Sur, Rusia… Ya no viaja como corresponsal, sino sólo como periodista observador que no pierde la curiosidad por la evolución política y social del mundo contemporáneo. Además, Pla aprovecha los viajes, muchas veces en petroleros lentisimos, para escribir obsesivamente sus nuevos libros y para elaborar y reescribir pacientemente la que será su obra completa.

Josep Vergés y Josep Pla. Londres, 1955. © Rosa M. Coma.
Fundació Josep Pla, col. Josep Vergés.

El doctor Josep Trueta y Josep Pla. Oxford, 1955. © Josep Vergés.
Fundació Josep Pla, col. Josep Vergés.
Después de algunas ediciones de bibliófilo, empieza a editar regularmente sus libros en lengua catalana en la Editorial Selecta de Josep M. Cruzet, que también le publicaría su primer proyecto de obras completas, con veintinueve tomos (novelas, libros de viajes, narraciones, libros de recuerdos…). Lentamente, empieza a dar valor moral y dimensión colectiva a su proceso individual de recuperación de la memoria. El paisaje, la cocina, los oficios, los grandes catalanes del siglo, todos los temas que se ponen al servicio de una literatura memorialística con la ambición de recuperar del olvido una Catalunya que estaba en vías de desaparición.

Londres, 1955. © Josep Vergés.
Fundació Josep Pla, col. Edicions Destino.

Martí Farreras, Jaume Vicens Vives, Xavier Montsalvatge, Néstor Luján, Josep Vergés, Josep Pla, Ignasi Agustí, Carles Sentís, Manel Ribes (hijo), Manel Ribes (padre), Luís Meléndez, Joaquim Muntañola, delante de la redacción de la Revista Destino. Barcelona, 1955. Fundació Josep Pla, col. Josep Vergés.